- Se pone en un cuenco la leche templada y diluímos en ella la levadura prensada de panadería, o del Mercadona o Eroski (marca Levital a 0,39 €), que es fresca, por lo que debéis tenerla en la nevera. Hay que emplear 30 gr, para 500 g de harina.
- En otro cuenco echamos la harina, hacemos un hueco en el centro y añadimos la leche con la levadura desleída. Mezclamos bien con una cuchara o tenedor y luego seguimos mezclando con las manos. Hacemos una bola y rajamos con un cuchillo afilado haciendo una cruz en la parte de arriba como si fuese un pan de horno, con la cruz conseguimos que se rompa la masa y suba antes.
- Buscamos un bol grande y lo llenamos con agua tibia. Sumergimos la bola de esta masa madre que caerá hasta el fondo. Cuando pasen unos 10 minutos la masa deberá subir y doblar su tamaño (ayudada por el agua tibia). Cuando esté flotando ya se puede utilizar para incorporar a la masa que os explico a continuación. La retiramos del bol y reservamos en un cuenco para añadirla a la masa del roscón.
- Para preparar la masa base ponemos en un bol grande o cazuela bien grande, otros 500 grs de harina previamente tamizada (otros 500 grs). Dejamos unas 4 cucharadas de harina separadas para ir engordando la masa.
- Lavamos bien un limón y una naranja, secamos y rallamos los dos sin que tenga nada de blanco, que si no amarga. Reservamos en un plato. Mezclamos en otro cuenco 4 huevos con 250grs de azúcar, un vaso de leche, la ralladura del limón y naranja, una cucharada de esencia de vainilla, sal y una cucharada de ron. Batimos enérgicamente hasta que blanqueen los huevos y esté todo totalmente integrado. Mejor con la batidora eléctrica y en menos de un minuto tienes todo listo.
- En el centro de la harina hacemos un hoyo con una cuchara y echamos la mezcla anterior. Batimos con una cuchara de madera desde el centro hacia afuera y vamos poco a poco mezclando con la harina.
- Añadimos una taza de aceite o mantequilla a temperatura ambiente, una cucharada de agua de azahar y la masa madre que hicimos al principio y tenemos reservada. Seguimos removiendo lo que empieza a ser la masa durante unos 5 minutos. Por ahora será una mezcla pegajosa pero firme.
- Preparamos la zona donde vamos a amasar, por ejemplo la encimera de la cocina es perfecta. Llenamos la zona de la encimera de harina o con un poco de aceite (depende de la practica que tengáis a la hora de amasar, si es la primera vez con aceite), sacamos la masa del bol y empezamos a trabajar la masa con las manos aceitadas.
- Poco a poco podremos manipular la masa con más rapidez, se irá quedando elástica y homogénea. Este proceso tarda unos 10 minutos. Vamos tornando la masa en una bola. Cogemos el anterior bol y lo enharinamos. Introducimos la bola de masa en él. Tapamos el bol con un trapo de algodón durante unas 3-4 horas. Cuanto más frío más le costará a la masa crecer y más esponjoso quedará luego el roscón..así que si lo dejas en la nevera durante la noche, a la mañana siguiente también estará perfecto.
- Una vez pasado ese tiempo (alo menos 3-4 horas) y que la masa haya duplicado su volumen, la dividimos en dos y le damos forma de bolas. Dejamos reposar las bolas otros cinco minutillos.
- Y ya vamos a darle forma al roscón introduciendo los dedos en el centro y vamos agrandando el agujero hasta que adquiera la dimensión que queramos. Podéis poner un vaso previamente aceitado en medio para que no se cierre la masa y luego lo quitáis cuando vaya al horno. Salen dos roscones medianos y nos os preocupéis si parece que son delgaditos ya que tienen que duplicar su tamaño.
- Ahora es cuando podéis meter lar la sorpresa, (la tradición manda un haba o una moneda pero últimamente se ven figuritas de porcelana o cristal, eso ya es cosa de cada uno...), pero no os olvidéis de envolverlo en papel film para que no se llene de masa. Una vez dada la forma e introducido el detalle, colocamos sobre una bandeja de horno en la que habremos puesto papel vegetal o parafinado y lo cubrimos con el paño de algodón para que no se reseque mientras crece. Dejamos reposar durante dos horitas hasta que los roscones doblen su tamaño.
- Batimos los huevos y añadimos unas gotas de leche (este truco evitará que mientras se hornea el huevo se queme y te quedará super bonito). Pintamos con la mezcla de huevo batido y leche, siempre muy suavemente con una brocha de silicona pues no queremos pinchar el roscón.
- Preparamos el azúcar humedecido. Ponemos en un cuenco el azúcar granulado y vamos agregando gotitas de agua, mezclamos con los dedos y cuando este bien apelmazado, esparcimos sobre los roscones al gusto.
- Al mismo tiempo tostamos en una sartén las almendras fileteadas o el crocanti, incluso podemos añadir otros frutos secos que tengamos a mano (las nueces también le van de lujo) y frutas escarchardas.
- Al mismo tiempo tostamos en una sartén las almendras fileteadas o el crocanti, incluso podemos añadir otros frutos secos que tengamos a mano (las nueces también le van de lujo) y frutas escarchardas.
- Precalentamos el horno a 200°, temperatura arriba y abajo. Introducimos primero un roscón y luego el otro. El tiempo de horneado es de 18 a 20 minutos a 180º pero depende del horno. Bajamos la temperatura a 170° los últimos 10 minutos de cocción y si vemos que se tuesta demasiado ponemos un poco de papel de aluminio por encima hasta que acabe de hornear. Sacamos del horno y dejamos enfriando uno mientras horneamos el segundo.
También el comidista nos trae otras siete maneras de hacer el roscón de reyes.
Ah y mi querida Isasaweis también nos regala su receta de roscón de reyes. Mira aquí.
También el comidista nos trae otras siete maneras de hacer el roscón de reyes.
Ah y mi querida Isasaweis también nos regala su receta de roscón de reyes. Mira aquí.
Podéis quedar como unos auténticos reyes, invitando a roscón o regalando este roscón si vais invitados a otra casa.
No os imagináis como huelen, sólo por el aroma tenéis que hacedlos en casa. Dejamos enfriar y ya podemos presentarlo en rodajas, con lo propio en la noche o el día de Reyes: un gran tazón de chocolate caliente. Recordad que el que encuentre el detalle debe superar una prueba que le pongan los demás invitados y también hacerlo el próximo año, o si lo compráis, la tradición manda pagar el próximo Roscón.
No os imagináis como huelen, sólo por el aroma tenéis que hacedlos en casa. Dejamos enfriar y ya podemos presentarlo en rodajas, con lo propio en la noche o el día de Reyes: un gran tazón de chocolate caliente. Recordad que el que encuentre el detalle debe superar una prueba que le pongan los demás invitados y también hacerlo el próximo año, o si lo compráis, la tradición manda pagar el próximo Roscón.
Feliz noche de Reyes y que os traigan muchos, muchisimos y preciosos regalos, los Reyes Magos. Pero sobre todo que cumplan con vuestras ilusiones y que vuestros sueños se hagan realidad.
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