De eso se aprovechan los restaurantes en general. Ponen como gancho un menú de 6 euros y con dos cañas que te tomes, te cuesta igual que esa comida.
Os pongo un ejemplo. El otro día fue a comer una parrillada que, con un cupón de Groupalia, me costó 8,50 euros. Nos pusieron un kg de carne riquísima por ese precio), pero la bebida costó 20 euros y fue una botella de vino tinto Comportillo, que podéis comprar en el Mercadona por unos 2 euros, y por cierto el restaurante estaba junto a un Mercadona.
Así pues, debéis saber que por mucho que os ahorréis en la comida, os van a clavar en la bebida, pidáis lo que pidáis. Porque la comida solo es un gancho para que entrés y pidáis de beber, y entonces con traición y alevosía y en muchos casos con nocturnidad, es ahí cuando os la clavan.
Así que la única forma para evitar eso es que lo sepáis y vayáis bien hidratados (no vayáis muertos de sed porque dos cañas seguidas, antes de que os pongan la comida, ya os puede costar el precio del menú) y la bebida que pidáis sea ya con la comida y a ser posible, una sola consumición, porque no es cuestión de comer a palo seco. Pero sí es cuestión de acostumbrarse a comer en la calle tomando esta precaución respecto a la bebida, si lo que queréis es que os salga barato comer fuera, claro. Porque si os da igual, pues que nos saquen la carta de la bodega y a brindar sin ahorrar!!
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