El domingo, 29 de enero de 2012, la localidad cacereña de Barquilla de Pinares celebra desde primera hora de la mañana su tradicional y popular matanza que propicia la degustación de los diversos productos que se van elaborando.
Esto me hace recordar la matanza que se hacía cuando yo era pequeña y acudía expectante, llena de curiosidad, con miedo (por los chillidos del cerdo), pero a la vez con una gran emoción festiva, porque era motivo de encuentro familiar y comunitario y por tanto festivo, pero también con el deseo de probar alimentos recién preparados, que formaban parte de una gran tradición familiar y que abastecían la despensa de todo el año, en casa de mis tío abuelos de Bobadilla.
Esto me hace recordar la matanza que se hacía cuando yo era pequeña y acudía expectante, llena de curiosidad, con miedo (por los chillidos del cerdo), pero a la vez con una gran emoción festiva, porque era motivo de encuentro familiar y comunitario y por tanto festivo, pero también con el deseo de probar alimentos recién preparados, que formaban parte de una gran tradición familiar y que abastecían la despensa de todo el año, en casa de mis tío abuelos de Bobadilla.
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