Bueno, ya sabéis mi opinión de que..."no siempre lo caro es lo mejor" y para ilustrar esta opinión os voy a contar una cosa, una maldad, algo que me hace reírme zocarronamente por lo bajini, porque es un secreto, pero hoy lo voy a compartir con vosotros/as amigos/as blogahorradores.
Cuando alguien (normalmente un hombre) se las da de entendido en vinos y de saber distinguir un buen vino de otro que no lo es, etc, etc, etc, a mi me entran una ganas locas de "ponerle a prueba" (es como un examen que esa persona no sabe está haciendo y solo lo sé yo o algún compinche en la maldad).
Y el otro día tuve una de esas ocasiones que me la pusieron "a guevo". Estuvimos un grupo de gente (30 personas) y pedimos unas botellas de vino, un rioja. Nos pusieron un vino, desde mi punto de vista, que no entiendo nada (pero sé lo que me gusta y lo que no me gusta, y creo que eso lo sabe todo el mundo) me pareció normal, aceptable, bebible con la comida que nos pusieron, vamos que no estaba malo en absoluto y es el típico rioja que te ponen en la mayoría de los restaurantes.
De pronto, tras llenar todas las copas de todos los comensales y estar todo el mundo comiendo y bebiendo tan a gusto, uno de los presentes, el entendido en vinos, dijo, "este vino no es bueno, vamos a pedir uno bueno". Habló con el camarero y éste retiró todas las botellas recién abiertas (8 o diez botellas creo que eran) y en un cubo de plástico, fue echando el vino que había en todas las copas. Así se retiró aquel vino (supongo para tirarlo, por lo menos el del cubo). Tras esta operación, abrió otras tantas botellas de un buen vino (más de doble de caro que el anterior, un detalle a tener en cuenta siendo la cuenta asumida por todos/as). Pero, eh aquí que descubrimos que habían olvidado retirar una botella de las del otro vino (estaba por la mitad más o menos)...y aquí empieza la maldad. Entre mi compinche y yo nos la ingeniamos para llenar una botella del vino bueno, en cuanto nos la bebimos y quedó vacía, con el vino menos bueno o "malo" según el entendido. En un momento dado le dimos el cambiazo y se la bebieron entre el entendido en vino y el de al lado, que era otro supuesto entendido que le secundó en su idea brillante de desechar el primer vino. Imaginaros las risas que nos pudimos echar, viendo que ni se les inmutó la cara, nada de nada, rellenaron sus copas y con deleite paladearon ese vino que habían desechado, comentando ufanos la gran diferencia que había con el otro vino.
Bueno, espero que esto no lo lean estas dos personas que se bebieron ese vino, pero si lo hacen, que nos perdonen (para colmo la maldad la hicimos entre dos "ajenos" al grupo, con lo cual con no llevar consortes a esas reuniones, ya estamos castigados los dos... jajaja)
Otro día se lo demostré a una entendida en perlas (le dí a elegir y se quedó con las malas)...en fin que no es tan fácil distinguir la calidad de algunos productos y solo el precio no es criterio suficiente de calidad.
Moraleja: recordad que no siempre lo caro es lo mejor.
pero que malisisisima que eres,jejejeje!! pero tienes toda la razon del mundo, yo no creo que lo caro sea lo mejor y por supuesto ¡nadie sabe cien por cien de todo!!! todos los dias aprendemos "a apreciar un buen vino""jeje
ResponderEliminarSí, con gente chula, me sale un poquito esa vena. Sobre todo con gente chula que paga "sus gustos" a costa de los demás. Porque los caprichosos deberían pagarse ellos sus caprichos y no hacer que entre todos se los costeemos.¿no?
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