Broches hechos con materiales como el fieltro, tela, lana, ...aguja e hilo, pero sobre todo con mucha imaginación. Quedan preciosos, los hacen muchas señoras y jóvencitas para sacarse un dinerillo y lo hacen de maravilla, con sus manos primorosas. Los venden en colegios (en salas de profesores), en las tiendas del barrio, en los mercadillos de artesanía, por las casas,...
Yo conocí la experiencia a través de mi hija Marta, la menor (aún tengo en casa una lata vacía de bombones Nestlé con un montón de broches de fieltro). Se puso un par de veranos a hacer broches como una loca (así aprendió a coser... yo me puse con ella y la enseñé, pero a partir de ahí, ya cosía mejor que yo) para llevarlos a vender a los mercadillos de Etnosur, en Alcalá la Real (un precioso pueblo de Jaen, donde todos los veranos se celebra este mercadillo de artesanía internacional) y de Guaro (en el festival de la Luna Mora). Los vendía por un euro y creo que algunos más elaborados por dos euros. Con el dinero que sacaba se mantenía esos días que echaba de camping. Me parecía un buen modo de pagarse sus vacaciones, aprendía un oficio (o dos, el de la artesanía y el de vendedora) y aprendía a sobrevivir, a ganarse la vida ( lo mejor que se puede aprender, a ganarse la vida desde bien prontito).
A partir de ahí me acostumbré a usar broches en mi ropa (mis amigas dicen que es mi sello personal y algunas me imitan en el uso de estos broches) y me hace mucha gracia por como surgió este uso del complemento en mi ropa. Gracias, hija mía, por los buenos ratos que pasamos haciéndolos y el recuerdo cada vez que me los pongo (le tengo especial cariño a una margarita, que hizo especialmente para mí, sabiendo que es mi flor preferida).
De eso hace ya al menos 4 años (fue el verano que cumplió sus 18 años y el siguiente verano) y desde entonces he visto como muchas personas han ido poniendo en sus escaparatas broches de esos que hacía Marta y algunos de ellos preciosísimos y muy originales. De hecho, hace poco, mi amiga Beli me regaló uno de una muñeca que me fascina y lo vende una señora que va a su cole a venderlos y que así se gana la vida.
Me encanta la gente emprendedora y como la gente se gana la vida de mil y una maneras... porque no es fácil sobrevivir y hay que ser muy ingeniosos, señores/as. Hay que ser creativos y no tener pudor ni miedo a nada, hay que intentarlo y hacer broches-aplicaciones (para felpas, para pinzas del pelo, para la ropa, para estuches-joyeros-modeneros, para aplicaciones varias...) es toda una idea para sacarse un dinerillo, que está la vida muy mala! Aquí va todo mi cariño y apoyo para la gente emprendedora, desde este blog.
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