También me lo he pasado comiendo a dos carrillos (he cogido dos kg....más), pero ahora voy a empezar a cuidarme, haciendo ejercicio (me he comprado una bici para ir al curro) y comiendo sano.


- Empezaré por la más elemental y que da sentido a este blog: nos sale barata, porque pagamos el producto y no su elaboración y porque suele ofrecerse también en locales sencillos, como negocios familiares que no tienen que pagar mucho servicio.
- Es mejor para la salud, ya que es mucho más difícil que te siente mal, porque es un producto sin más, sin salsas o mezclas extrañas (un pescado a la brasa, un chuletón a la parrilla, una carne al horno, una verdura a la parrilla, un "tomate picao"...)

Defiendo para todos los días, la comida centrada en el producto (pagas lo que te comes: carne, pescado, verduras... todo en estado puro, con la mínima elaboración posible) y dejo para ocasiones extraordinarias la comida más elaborada, donde pagas el trabajo del cocinero, el servicio, local, decoración, música, etc... además del producto.
Yo entiendo que, como expresa muy bien el Comidista en su blog, con el articulo "¿vuelve lo simple?, no se trata de una dicotomía radical, porque para mí es algo parecido a lo que hago con la ropa...solo en ocasiones especiales me gasto más dinero, estoy más incómoda, me puedo poner hasta mala,... pero la ocasión lo merece... me visto de gala y me voy de bodorrio! Es decir, que me compro unos zapatos incómodos, un traje caro y tal vez incómodo, pero lo celebro a lo grande, como de todas esas mezclas raras que me sientan fatal y lo pago también, ...claro eso no me apetece todos los días, solo alguno extra. Sin embargo en el diario me gusta la ropa y calzado cómodo (de piel, mientras que el que me pongo un día al año me da igual que no lo sea), ropa barata y la comida buena y barata, auténtica.
Y para terminar, solo decir que en esta cuestión es mi tía Carmen, la que se lleva el primer premio. Ella solo hace unos diez platos, pero son de diez!
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