Hoy hemos ido a comer (o tapear... porque nos hemos puesto en la barra) a la Biznaga. Ya sabéis que soy "parroquiana" de la Biznaga. Lo tenemos frente a casa y es nuestra segunda casa a la hora de comer. Quería celebrar que empieza el finde último de la navidad y lo hemos hecho con buen marisquito. Es genial todo lo que allí te ofrecen, arroz con bogavante, gambas de las mejores (la roja de Garrucha o la blanca de Huelva, a la plancha, o las pequeñitas para fritas y comerlas como pipas, o los gambones pelados fritos...), las ostras, los mejillones, coquinas, almejas,... las anchoas del cantábrico, los boquerones malagueños, el atún rojo fresco a la plancha, o al ajillo, las brochetas de rape y langostinos,... bueno no sigo porque se me hace la boca agua... su carta es amplia y todo está espectacular. Nosotros somos fans incondicionales del lugar, vamos parroquianos de pro.
Ah y el servicio, para quitarse el sombrero, desde sus impresionantes cocineros, hasta sus amables camareros (un besito, Raquel) y sus dueños, padre e hijo (Paco y Antonio, otro besote para vosotros, guapetones). Y su precio, en su línea, justo y apto para cardíacos, muy buena relación calidad-precio, la mejor de toda Málaga.
Si queréis tener mesa tenéis que hacer reserva (tfno: 951023760), si no, es imposible.
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