jueves, 24 de enero de 2013

693: Bula, Noodles y Tapas... bulos, embustes y trampas...

Os cuento la mala experiencia de hoy. He estado con mis dos cupones de Letsbonus en este establecimiento de Teatinos,de tan raro nombre, Bula, Noodles y Tapas, de la Avenida Plutarco, y me he sentido absolutamente humillada, por lo que pongo esta "denuncia" que no puedo poner en otro sitio. Reservé ayer para comer hoy en este establecimiento y hemos ido 5 personas, en vez de las 4 personas que se incluian en los dos cupones dobles. En la misma puerta, junto a mis invitados, me dice "el dueño" que estoy obligada a pedir un plato más, a lo que le respondo que "sin problema" (me parecía de mal gusto, delante de mis invitados, tener esa conversación con él...). Tras pedir lo que correspondía a mis dos cupones (por cierto, pido las dos botellas que me corresponden, pero me dice que no tiene más que una botella de lambrusco y debo pedir por ello dos cañas en lugar de la botella inexistente). Pido además otra cerveza aparte para la 5ª persona y decido esperar para ver la cantidad de comida, antes de pedir el plato extra de esa persona, que me obligaba a pedir "el dueño" en la misma puerta. Pero antes de ello se acerca este señor a la mesa y sin esperar a que yo decida qué plato extra pido, me increpa, delante de todos mis invitados (y de todos los comensales del restaurante, de paso), hablándome sobre lo poco (o nada) que él gana con los cupones, debiendo interrumpirle para decirle que no necesito esas explicaciones (me hablaba de 7 euros de cada menú, de los que él no saca nada y los de Letsbonus se lo llevan todo... precios que mis invitados no tenían por qué saber) y para pararle en su diatriba, le pido directamente el plato extra al que me obliga, pero no satisfecho con todo este patético espectáculo ante toda la gente del comedor, se atreve a decir "que poca verguenza!" cuando se retira de nuestra mesa. No puedo denunciarle, ojalá pudiera hacerlo, pero deseo que sepaís qué clase de establecimiento están promocionando con los cupones de Letsbonus. Y por supuesto para que sencillamente conozcáis como se las gasta el "dueño" de este establecimiento, que por cierto es incomodísimo (parece que te vas a caer de los taburetes en los que te sientas, de lo inestables que son). Y sobre la comida y servicio, sin más comentarios... Y no merece que ponga ni una foto del establecimiento, pues a nadie se lo recomiendo.

2 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo contigo, son unos impresentables. No puedo hablar de la calidad de la comida porque todavia no he podido canjear mi cupón. Me gustaría también compartir mi experiencia. Primero es imposible hacer reserva en este establecimiento, el primer día que intentamos ir a comer estuvimos llamando un montón de veces para hacer la reserva en el horario y al número de teléfono que ponía en el cupón sin ningún éxito, por lo que tuvimos que ir sin más, pero cual fue mi sorpresa cuando a nuestra llegada y tras decir que veníamos con un cupón de letsbonus nos dijeron de manera muy borde q sin reserva no podíamos quedarnos (el bar estaba totalmente vacío), que ya estaba todo reservado. Tras decirle que habíamos estado llamando y que no nos atendían nos dijeron pues reservar ahora para el día siguiente, y eso hicimos. Pero claro ya que estabamos en la calle tuvimos que ir a comer a otro sitio de la zona, que por cierto lo recomiendo desde aquí, la pizzeria la traviatta (excelente servicio y comida), nada q ver con el bula.
    Pero aquí no acaba la cosa, al día siguiente nos tragamos la indignación y a la hora de la cena puntuales estabamos de nuevo
    allí con nuestra reserva hecha y nos encontramos con el bula cerrado, así q tras estar 10 minutos esperando nos fuimos a la hamburguesería de al lado, que está muy bien también.Así que por un cupón de 7 euros tuve que gastarme otros 30 euros en comer ysigo sin poder canjearlo. He estado llamando para protestar pero siguen sin cogerme el teléfono. Así que tendré q presentarme allí de nuevo. Espero que nuestras experiencias sirvan de algo. Porque es es una verguenza el trato recibido. Mi madre y yo también nos sentimos humilladas.






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